Tuesday, September 8, 2009

Blue Eyes, Blue

Now, let’s make some room and honor to the mother language.

A veces nos preguntamos el por qué de las cosas. Muchas veces nos preguntamos el por qué del amor y sus dulces y misteriosas formas de viajar. Pues de todas las fuerzas que bailan con las hadas al atardecer, el amor es tal vez la más fragil y la única inmortal. Pero muchas veces lo perdemos cuando, drogados por nuestra necesidad de llenar vacíos imaginarios, comenzamos a pretender ser quienes no somos, para así amar. Olvidamos que no podemos ser amados por quien podríamos ser, sino por quien somos. Y sí, puede a veces el amor motivarnos para buscar algo mejor, para hacernos mejores personas, o peores. Pero no se puede cambiar nuestra escencia, por fuerte que sea el amor, no puede volver blanco el negro ni vicesversa. Como dice el gran Sabina, cuando canta Sin Embargo, el amor no es como lo pintan en los cuentos de hadas.

Somos humanos, somos frágiles, somos hermosos. La verdad es a veces mas fuerte que los sueños y los sueños son mi veces más maravillosos que la gris realidad. Cuando encuentras ojos verdes como aceitunas o azules como zafiros. Cuando las pelirrojas flotan entre las nubes y Amanda puede comenzar a amar. En los sueños hay guitarras esplañolas que tocan melodías favoritas, hay fogatas gitanas y barcos piratas. La realidad es una gris mascarada de oscuras intenciones y fragilidades. En los sueños tenemos el control de nuestro destino y nunca jamás un lunático declararía una guerra o dejaría caer una bomba que aniquile la inocencia y el orgullo de un pueblo. En los sueños puedo besarte todas las noches y nunca despertar a tu lado. O irme a dormir en una cama vacía y fría y encontrarte a mi lado junto con el amanecer. En los sueños puedo amarte sin condiciones, sin pretextos, sin motivos, sin límites ni restricciones. En la realidad, amor mío, nuestros caminos nunca harán mas que cruzarse en frases cortas y simples.

Es cruel, cariño, pero es la verdad. Nunca sabré el color de tu corazón o el sabor de tus labios. Duele, lo sé. Pero tal vez es mejor así. Tal vez no hay más en nuestro destino que el hacerte para mi una musa y para ti un amigo. Pero es suficiente. Todos necesitamos una musa, y necesitamos un nido de oscuras golondrinas. Todos necesitamos de amores imposibles y de meses robados. Todos necesitamos el deseo oculto y el sabor de la tentación y el fracaso. Quisiera regalarte una caricia o un millón. Pero no es ni será suficiente. Ni para tí ni par mí. No creo que sueñes con el salvaje mar y las costas más allá del horizonte. Yo sueño con bosques encantados y amores perdidos.

Y ya llega la hora de partir. Te amo, bella dama, pero nunca has de saberlo.

[Via http://ashphoenix.wordpress.com]

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